México carece de infraestructura de almacenamiento y transporte del gas LP, y existe un oligopolio entre las empresas distribuidoras, por lo que su precio ha registrado un aumento sostenido en el último año, de acuerdo con analistas y cifras oficiales. La Cofece ya indaga posible manipulación de los privados.
Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo).– El precio promedio del gas LP, clave en los hogares para cocinar, bañarse y calentarse, registró un aumento del 36 por ciento en marzo de este año frente al mismo mes de 2020, de acuerdo con los datos más recientes de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Más allá de la mayor demanda por la reciente temporada invernal y el volátil tipo de cambio por la pandemia, analistas energéticos explicaron que este incremento se deriva tanto de la falta de inversión durante sexenios en el almacenamiento y transporte, como la presencia de un oligopolio entre la empresas distribuidoras.
El precio del gas LP por litro (tanque estacionario) subió 36.91 por ciento en el periodo referido al brincar de 9.51 pesos promedio a 13.02 pesos. Por kilogramo (cilindro) el costo se disparó 36.16 por ciento al pasar de 17.81 a 24.25 pesos.
Nuevo León (48 por ciento), Oaxaca (46 por ciento), Tlaxcala (45 por ciento) y Tabasco (44 por ciento) son las entidades que más incremento anual presentaron al término del primer trimestre de este 2021.
En contraste, Chihuahua (4.5 por ciento), Baja California (24 por ciento), Quintana Roo (25 por ciento), Chiapas (28 por ciento) y Durango (29 por ciento) son los estados con menor aumento en el precio de este hidrocarburo de marzo 2020 a marzo 2021.
“La falta de almacenamiento es un problema sistémico, ya que históricamente el Gobierno mexicano [a través de Pemex] ha subinvertido en ello”, dijo Óscar Campos, investigador en energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien recordó que la subinversión en almacenamiento de gas natural provocó escasez en febrero luego del freno en su envío por parte de Texas, Estados Unidos, por las atípicas nevadas.
“La Reforma Energética (2013-2014) permite importar gas LP con mayor libertad, pero si no se tiene la logística para transportarlo a precios competitivos, se tiene un cuello de botella. México no tiene una red de ductos competitiva y lo transporta en autotanques, lo cual es una forma ineficiente”, expuso. “El espíritu de la reforma a la Ley de Hidrocarburos es cerrar el mercado y reducir la competencia en todos los eslabones de la cadena de valor de los hidrocarburos, por lo que impactará al gas LP al tener menor inversión y mayor incertidumbre jurídica”.
El lunes, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que al 7 de abril el gas en cilindro promedió 23 pesos con 51 centavos por kilo, mientras que el gas estacionario tuvo un precio promedio de 12 pesos con 56 centavos por litro.
La semana pasada se realizaron 69 verificaciones, de las cuales se identificaron infracciones sólo en el caso de un proveedor de 272 cilindros, y tres fueron inmovilizados por encontrarse en mal estado. Además, tres estaciones en Tecámac, Zumpango y Texcoco, Estado de México, se negaron a ser verificadas, detalló la Subprocuradora Berenice Romero Domínguez.
El analista energético Arturo Carranza planteó que el aumento sostenido en el precio del gas LP también se debe a un oligopolio entre las empresas distribuidoras, que debe ser controlado por la Profeco y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
“A diferencia del mercado de las gasolinas donde hay mayor participación y transparencia, no se descarta un comportamiento de los participantes del mercado del gas LP que esté influyendo en los precios, ya que pocas empresas concentran la distribución”, dijo. “Hay muy poca transparencia en los precios de importación y distribución”.
En marzo, la Cofece emplazó a diversas empresas de distribución y comercialización de gas LP por presuntamente participar en “acuerdos ilegales” que podrían incurrir en la “manipulación de precios” y cometer prácticas que generan desigualdad en el mercado. El emplazamiento significó el inicio de un juicio en el que los agentes económicos podrán aportar pruebas en su defensa.
Además, agregó Carranza, dado que Pemex monopolizó el sector por décadas, el país no cuenta con una infraestructura eficiente para transportar el producto de los centros de producción o importación a los de consumo.
El gas LP es el combustible de uso doméstico más utilizado en el país, con la participación del 76 por ciento de las familias mexicanas, por lo que los aumentos en sus precios tienen un efecto regresivo importante en los hogares más pobres al destinar 3.5 veces más de su gasto a este energético que quienes más tienen, observó la Cofece.
Este aumento en energéticos a su vez ha presionado el precio de la canasta básica. La inflación de marzo se ubicó en 4.67 por ciento anual frente al 3.25 por ciento anual de marzo de 2020, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La inflación en alimentos, bebidas y tabaco aumentó 6.48 por ciento anual derivado principalmente del incremento de 14.55 por ciento de los energéticos.
A nivel mensual, el Inegi reportó un incremento en marzo de 25.41 por ciento en el precio del limón, 8.05 por ciento en el huevo y 2.88 por ciento en el de la tortilla de maíz.
AUMENTO EN LUZ
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) reportó esta semana que el aumento en la tarifa de luz ha sido principalmente por la inflación y un mayor consumo de los usuarios a partir del confinamiento por la pandemia.
“Los 40.7 millones de clientes de la tarifa doméstica han experimentado un incremento acumulado súbito mensual del 0.2 por ciento para llegar al año al 3.3 por ciento”, informó en conferencia José Martín Mendoza Hernández, director de CFE Suministrador de Servicios Básicos.
El funcionario expuso que la tarifa al consumidor final se aplica con base en el mercado eléctrico mayorista y en un subsidio que otorga la Secretaría de Hacienda. Pero al aumentar el consumo en los hogares, algunos clientes se fueron a un escalón excedente que no tiene mayor subsidio.
“El año pasado cuando la Secretaría de Salud determinó la emergencia sanitaria veíamos que el confinamiento iba a ser parte de un consumo extraordinario en todos los domicilios y que íbamos a tener un bloque de migración a clientes domésticos para consumo bajo y a consumo alto. Por aprobación del Ejecutivo se hizo un acuerdo en el cual se limitara a 3.3 por ciento ese crecimiento asociado al consumo”, expuso Mendoza en la conferencia matutina del lunes.
A partir del 18 de abril ningún cliente se ha incrementado a la tarifa de alto consumo. Actualmente la Comisión Federal de Electricidad cuenta con un padrón de 250 mil clientes en esta tarifa frente a los 480 mil registrados el año pasado.
El resto de las tarifas, como la de uso industrial y comercial, están asociadas a los costos de generación, el transportista y el distribuidor. Han tenido un crecimiento acumulado de 1.6 por ciento este año, detalló Mendoza.
Este abril, el costo de generación –impactado por el incremento del gas natural importado de Texas– provocó una exposición fuerte de sobrecosto que le originó a la CFE cerca de 50 mil millones de pesos, ya que la generación representa el 60 por ciento del costo total de la tarifa.
“Se está trabajando con la Comisión Reguladora y con la Secretaría de Hacienda para dosificar ese dinero o trasladarlos en los meses”, declaró.